Antonio sigue con buen ritmo y tiene un encuentro fortuito en la soledad del desierto polar…

Progreso de Antonio de la Rosa / Polo Sur Expedición en Solitario
[ DÍA 4 ] 14/DIC/2024

El expedicionario español Antonio de la Rosa, en plena travesía en solitario hacia el Polo Sur Geográfico, ha compartido un nuevo reporte sobre su progreso y las condiciones enfrentadas en esta desafiante aventura. A fecha de hoy, 12 de diciembre de 2024, Antonio ha superado ya los 120 kilómetros de recorrido acumulado desde el inicio de su travesía. Tras completar su cuarto día, Antonio confirma que se siente en buen estado, aunque, como es de esperar, con signos de cansancio acumulado.

Progresos diarios y adaptación al terreno

Durante el tercer día, Antonio logró recorrer un total de 42 kilómetros en dos etapas de 21 kilómetros cada una. Las paradas estratégicas incluyeron un descanso nocturno que denominó “una fiesta de cuatro horas”, aunque solo pudo dormir entre una y una hora y media. Esta noche ha sido algo más reparadora, logrando cuatro horas de sueño, lo que le ha permitido recargar energías para seguir adelante.

El terreno ha mostrado ciertas mejoras en cuanto a firmeza, pero las acumulaciones de nieve siguen representando un desafío importante. “Tengo que ir abriendo huella todo el tiempo”, comentó Antonio. Además, desde ayer ha comenzado a enfrentar vientos en contra que superan los 20 km/h, con ráfagas que alcanzan los 30 km/h. Sin embargo, gracias a su equipo de protección, incluido el uso de una máscara, ha podido mitigar el impacto del viento y continuar avanzando.

Encuentros y estrategias de equipo

Kristin Harila es una escaladora noruega que ha batido el récord de ascenso de los catorce ochomiles en el menor tiempo, logrando coronar siete de ellos en solo 34 días.

En un momento destacado, Antonio cruzó camino con Kristin Harila, una expedicionaria noruega conocida por su récord en los 14 ochomiles. Durante un tramo, Antonio logró recortar 30 horas en apenas 60 de recorrido, compartiendo parte de la ruta con ella antes de seguir en solitario. Este logro reafirma su excelente ritmo de avance.

En cuanto a su equipo, Antonio está siendo cauteloso con el uso de la barrera de vapor para evitar la aparición de ampollas por sudoración en los pies. Ha implementado una rutina de cuidado que incluye secar bien las plantillas y los pies en cada parada, manteniendo el calor corporal sin comprometer la comodidad. Afortunadamente, el resto del equipo, incluidos los esquís, las pieles y el trineo, está funcionando a la perfección.

La importancia del refugio

Antonio destaca la eficacia de su tienda de campaña Ferrino, que le proporciona un refugio cálido y rápido de montar, incluso en condiciones de -17 ºC a -18 ºC en el exterior. Dentro de la tienda, llega a sentir tanto «calor» que puede estar en manga corta mientras planifica su próximo movimiento.

Próximos pasos

Con energía renovada y la motivación intacta, Antonio está listo para retomar su marcha y continuar acercándose a su objetivo. Esta travesía no solo es una prueba de resistencia física, sino también de una meticulosa planificación y adaptación constante a las condiciones extremas del entorno polar.

Seguiremos informando sobre los avances de Antonio de la Rosa en esta extraordinaria aventura hacia el Polo Sur Geográfico.

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COMUNICACIONES “POLO SUR EXPEDICIÓN EN SOLITARIO”
Germán Briceño / +34 678327744 / Neouranus, LLC
german@journalist.com

En plena ruta al Polo Sur (Reporte telefónico)

Progreso de Antonio de la Rosa: Segundo día de la Expedición al Polo Sur

Antonio de la Rosa ha completado su segundo día en la travesía hacia el Polo Sur Geográfico. En una conversación a través de su teléfono satelital, Antonio compartió detalles de sus primeras 24 horas de expedición. Completó las primeras ocho horas con buen ritmo, enfrentando un desnivel de 600 metros en menos de 20 kilómetros, destacando que esta fue la parte más dura del recorrido inicial.

A pesar del esfuerzo físico, Antonio se siente enérgico y ha gestionado bien su tiempo, tomando una pausa para comer y descansar antes de continuar otras seis horas más. Enfrenta vientos fuertes y constantes, y temperaturas extremas. A pesar de estas condiciones, su equipamiento está funcionando correctamente.

Antonio mencionó un inconveniente con el dispositivo de seguimiento, el cual se está revisando actualmente, para corregir la situación a la mayor brevedad. Es importante destacar que él cuenta con otro equipo GPS de respaldo. Las comunicaciones continuarán mediante telefonía satelital con el periodista Germán Briceño, en contactos regulares que dada la situación expuesta, será diariamente.

Sigan el progreso de Antonio en la sección de SEGUIMIENTO de nuestra página web antonioexpeditions.com, donde publicaremos actualizaciones frecuentes y contenido multimedia.

“Glaciar Unión”: El punto estratégico para el inicio de la expedición Polo Sur en Solitario

Rodeada de un paisaje donde el hielo parece infinito y el silencio se convierte en protagonista, se encuentra la estación polar Glaciar Unión, un punto clave para las operaciones científicas, de expedición y de logísticas en la Antártida. Este enclave, operado por la empresa ALE (Antarctic Logistics & Expeditions), se ha consolidado como un epicentro para investigadores, expedicionarios y aventureros que buscan adentrarse en uno de los lugares más inhóspitos y desafiantes del planeta. Este lugar será el punto de encuentro de Antonio de la Rosa, con el Continente Blanco.

Ubicada a 79°46′S y 82°52′W, la estación se encuentra a una altitud de aproximadamente 700 metros sobre el nivel del mar, al pie del imponente glaciar que le da nombre. Desde su apertura en 2010, Glaciar Unión ha facilitado no solo actividades científicas, sino también expediciones icónicas hacia el Polo Sur. Sus modernas instalaciones, diseñadas para resistir las extremas condiciones climáticas, ofrecen un refugio temporal donde los visitantes pueden aclimatarse, prepararse y planificar sus rutas en este continente helado.

Antonio y su desafío en solitario hacia el Polo Sur
En los próximos días, Antonio, un atleta y explorador extremo, comenzará su travesía en solitario hacia el Polo Sur desde Glaciar Unión. Esta expedición no solo representa un desafío físico y mental, sino también un tributo a la resistencia humana y a la búsqueda incansable de superación personal.

Antonio, quien ha dedicado meses a un metódico entrenamiento físico y logístico, usará la estación como enlace con su punto de partida en la Bahía de Hércules, donde iniciará su camino hacia el Polo Sur geográfico, enfrentándose a temperaturas que pueden descender por debajo de los -40 °C, vientos implacables y un terreno donde el hielo y la nieve ofrecen una resistencia constante. Durante la travesía, dependerá completamente de sí mismo, arrastrando su equipo en un trineo y tomando decisiones críticas en un entorno que no perdona errores. A continuación podrán acceder a un video en el que el propio expedicionario cuenta con detalles, aspectos destacados sobre lo que será su nueva experiencia en modalidad de expedición al polo sur geográfico, sin asistencia:

Glaciar Unión no solo le proporcionará un respiro previo a la odisea, sino que también simboliza el puente entre la civilización y la inmensidad desconocida. Desde este lugar, Antonio dejará atrás la seguridad de la humanidad para sumergirse en un viaje solitario que pondrá a prueba cada fibra de su ser.

Una conexión con el futuro del planeta
Además de ser un lugar para valientes expedicionarios, Glaciar Unión es un recordatorio del papel fundamental de la Antártida en el sistema climático global. Las investigaciones que se llevan a cabo en la región, desde el análisis de los glaciares hasta la monitorización del cambio climático, subrayan la importancia de preservar este delicado ecosistema.

Para finalizar este primer avance informativo sobre lo que acaba de comenzar en su etapa previa al viaje a Punta Arenas (Chile) y seguidamente a Glaciar Unión (Antártida) les compartimos algunas fotos de su despedida en Madrid. ¡Vamoooos! ¡Buen viaje de ida y vuelta Antonio!

 

 

PRÓXIMA EXPEDICIÓN: POLO SUR EN SOLITARIO

1.130 km en esquí de travesía (ski-pulk) al Polo Sur

Antonio de la Rosa enfrentará el gélido desafío austral sin asistencia

Por: Germán Briceño / 09-10-2024

Para Antonio de la Rosa, un aventurero español cuya vida gira en torno a las actividades de expedición y aventura, el Polo Sur representa un destino y una asignación pendiente desde hace más de una década. Se trata del escenario que completa su lista de exploración en los confines más hostiles y desconocidos del planeta. Su próxima expedición en solitario (sin asistencia) a través del inmenso desierto polar, es la culminación de un sueño y una prueba épica de resistencia física, mental y emocional.

La expedición tiene un objetivo que va más allá de lo personal: inspirar y sensibilizar sobre la fragilidad del ecosistema polar en un momento en que las condiciones climáticas presentan una significativa alteración que ha venido transformando el “rostro del planeta”. La proeza que se ha propuesto de la Rosa se convierte así en un llamado a la conciencia colectiva, recordándonos que la Antártida, ese vasto desierto helado tan ajeno, guarda en sus profundidades la historia y el futuro del clima de la Tierra, debido a su particularidad de resguardar la mayor cantidad de agua dulce del planeta.

 

La ruta solitaria y el peso de la supervivencia

Con un inicio previsto para el 5 de diciembre de 2024, Antonio partirá desde Hércules Inlet, en la costa de la plataforma de hielo de Ronne, arrastrando un trineo que carga con cada elemento vital para su supervivencia: alimentos, tienda, equipo especializado y hasta 100 gramos diarios de mantequilla que se suman a su dieta de supervivencia para mantener el calor corporal. Todo suma o resta, y cualquier detalle podría ser la diferencia para el éxito y supervivencia en esta travesía de 1.130 km en solitario.

Este desafío no solo implica soportar temperaturas bajo los -50 °C en determinados momentos, sino también la crudeza de la soledad absoluta. Una vez se adentre en el interior helado de la Antártida, Antonio se verá rodeado únicamente por el blanco infinito del hielo y la nieve, donde no hay rastros de vida ni un solo accidente geográfico que ofrezca refugio o sentido de dirección. Guiado únicamente por su brújula, luchará contra las ventiscas que podrían desviarlo kilómetros fuera de su curso, en un terreno donde no hay puntos de referencia.

“El viento es el gran enemigo, más aún que el frío”, señala de la Rosa. Y es que en un desierto helado, el viento puede hacer que la temperatura descienda a niveles que desafían la resistencia del cuerpo humano. En esas condiciones, aún la ropa más ligera se convierte en una carga pesada cuando se trata de avanzar sobre el hielo. La diferencia entre la vida y la muerte depende de decisiones meticulosas y de no dejar nada al azar.

La Antártida como el último umbral de resistencia humana

Los estudios sobre resistencia humana en ambientes extremos han demostrado que el cuerpo y la mente enfrentan pruebas extremas en condiciones de aislamiento y frío severo. De la Rosa no solo se enfrentará al riesgo de congelación o de agotamiento en esta expedición, sino también a las duras exigencias psíquicas de la soledad total, un fenómeno documentado por expertos en psicología de exploradores polares. El aislamiento en estas expediciones pone al cuerpo humano en estado de supervivencia, donde la capacidad de concentración, los sentidos y el instinto se afilan, pero también se enfrenta a sus propios límites mentales.

Las expediciones en solitario en la Antártida, como la de Juan Menéndez Granados, el único español que ha completado este trayecto sin asistencia a bordo de una bicicleta (fat-bike) halando un trineo, son pruebas de resistencia mental donde la soledad es el oponente más grande. De la Rosa se enfrenta a lo desconocido en cada paso; su única “conexión social” será a través de un teléfono satelital que lleva para efectuar reportes eventuales de su situación y poder compartir su “pesada carga emocional” en determinados instantes. En el frío antártico y con sus limitados recursos vitales, como el fuego que usará a partir de un hornillo portátil para derretir nieve o su pequeño refugio portátil (su tienda de campaña), son parte de los elementos claves para poder asumir y superar esa épica contienda psico-física que enfrentará durante un mes, tiempo que se ha propuesto emplear para poder alcanzar el Polo Sur geográfico. Sin duda, un símbolo poderoso, un recordatorio de la lucha constante entre el ser humano y los límites impuestos por la naturaleza, donde el mayor trofeo es llegar con vida. Lo anterior permite asomarnos a algunas de las razones y particularidades por las que esta expedición polar, asumida en solitario, no cuenta con el copioso “tráfico de personas” que logra alcanzar la cumbre del Everest.

 

Un reto personal y un compromiso global

A pesar de los peligros, la determinación de Antonio está impulsada por algo más profundo que el récord o el logro personal. Su travesía lleva un mensaje de concienciación ambiental en una región que hoy representa la vulnerabilidad del planeta. Con un presupuesto de 96.000 euros, su expedición ha sido posible en parte gracias a una campaña de financiación colectiva que no solo pretende apoyar económicamente, sino también involucrar a la gente en un proyecto que siente como una misión compartida. Cada bandera que ondeará en el Polo Sur representará el apoyo de quienes creen en la necesidad urgente de proteger estos paisajes primordiales.

Antonio de la Rosa no es un novato en estas luchas. En su historial figuran hazañas como la travesía del océano Atlántico a remo y la experiencia de enfrentarse al frío extremo en Finlandia y Alaska. Su misión de vida ha sido siempre llevar el cuerpo y el espíritu al límite, probando su resistencia en un entorno en el que cualquier error puede ser fatal. A diferencia de otros, él siente que su camino hacia el Polo Sur tiene un propósito mayor: despertar una sensibilidad ambiental que hoy es tan crucial como la misma supervivencia.

 

Un llamado a la aventura y al compromiso

A través de esta expedición, Antonio de la Rosa representa no solo el sueño del aventurero que busca conquistar el último rincón helado del mundo, sino también el espíritu de quienes creen que la vida tiene que ser vivida al límite, con propósito y conciencia. Su viaje al Polo Sur es una hazaña inspiradora, que habla del coraje de alguien que no teme a la soledad ni a los desafíos extremos. Para Antonio, llegar al Polo Sur no es el fin, sino la prueba máxima de su amor por la aventura y de su compromiso con el planeta.

A medida que se adentra en este viaje, no solo pondrá a prueba su cuerpo y su mente, sino también la capacidad de nuestra sociedad para conectar con las causas más esenciales. En la soledad helada del Polo Sur, Antonio no estará solo. Con él viaja el mensaje de millones que sueñan, como él, con un mundo que se atreva a salvar lo que es frágil y que, a la vez, nos conecta a todos.